jueves, 12 de noviembre de 2015

El origen

Todo drama tiene un principio, un porque, una causa y todos mis dramas tienen su origen.

Yo tendría 12 o 13 años estaba en la edad denominada " edad del pavo ", a decir verdad estaba en todo mi apogeo. Era la típica chica repelente, que vestía cosas rosas, vestidos con lazo, tenía una voz que sacaba de quicio a cualquier cosa, persona o animal que se moviera. Si, era la típica niña de clase que se ponía en primera fila, lo preguntaba todo ( aunque eso como os explique no a cambiado mucho) siempre tenía la ropa perfectamente planchada. A decir verdad mi madre me hacía la ropa, los pichis con lazos, las medias encima de las braguitas a conjunto del vestido, los zapatos con su calcetín con bordado por encima del tobillo. Lo que viene siendo una niña repelente.
Me encantaba regar las plantas a mi señorita Belén, aún lo recuerdo. A las profesoras más estúpidas ( y perdona Belén si lo estas leyendo) pero es que había algunas que se las veía estiradas, esas eran mi blanco fácil a esas les hacia al máximo la pelota. Cada día le regaba las plantas, la verdad que estaban todas casi muertas y nadie me mandaba hacerlo pero a mi me gustaba que viera que tenia incitativa.
Iba a un colegio religioso, de monjas. Todas las mañanas leíamos una plegaria y como no yo siempre levantaba la mano para leerla. Un día entre semana íbamos a una sala que era como una pequeña iglesia dentro del colegio y ahí hacíamos una misa. Todo muy religioso! A decir verdad, yo no era nada religiosa pero mi madre, mujer de pueblo, siempre me a querido inculcar esos valores: la iglesia, dios, los santos y todo lo que conlleva. Por ello, todos los domingos iba a misa, si os soy sincera yo no quería ir pero era una obligación. Hasta que un día en la clase de religión la profesora delante de todos los niños felicito mi actitud al verme cada domingo en misa. A partir de ese día deje de ir. Me hicieron la vida imposible, se metían conmigo obviamente y ya no era pequeña tenía 12 años y a esa edad todo afecta mucho, muchísimo. Aún recuerdo el día que iba a ir a ver al hermano de Aarón Carter de los Backstreetboys al corte inglés y finalmente mi madre no me pudo llevar. Creo que ese día supe que es el desamor. Sentí como mi corazón se rompía a pedazos y el mundo se me vino encima como si de un amor de toda la vida lo hubiera dejado conmigo.
A lo que iba, era una niña muy especial. Y como todo niño estas en esa época que todo lo que te dicen tus padres te parece absurdo e intentas revelarte porque piensas que todo lo que dicen no tiene sentido y es para dañarte.

Poco después de acabar el colegio por el mes de julio mi padre sufría una enfermedad de la cual yo no era muy consciente. La verdad es que no sabía muy bien que le podía pasar y no entendía la gravedad que podía tener. Muchos días tenia que ser ingresado en el hospital y pasaba días y días sin verle. A decir verdad, me dejaban ir a visitarle al hospital pero una vez más mis miedos se aferraban a mi y tenía mucho miedo de verlo mal y sufrir. Yo prefería vivir en mi burbuja de no problemas y vivir al margen de todo aquello.

Mi hermana mayor por motivos amorosos, se enamoro de un Madrileño y años antes se había mudado a vivir allí con él así que no tenia su apoyo.

Un día, bueno no quiero quitarle importancia porque ese día nunca jamás en mi vida lo olvidaré. El 29 de junio mi padre falleció y a esa edad es más difícil gestionar tus emociones. No entendía todo lo que aquello podía significar para mi. Durante muchos días sentí un dolor en mi corazón inmenso, me gustaría explicarlo pero supongo que es como un parto, no se puede explicar.
Los meses pasaban e intentaba hacer una vida normal, hacer como si nada hubiera pasado. A veces me levantaba y quería pensar que todo era un mal sueño, que nada de todo aquello había ocurrido. Pero no, todo había ocurrido y sentía un vacío en mi corazón, mucha tristeza, impotencia, rabia, bajón.

A partir de ese momento empezaron mis dramas. Nunca supe como gestionar esas emociones y a partir de ahí todo por pequeño o absurdo que fuera para mi era un gran problema. Supongo que es una forma de sacar todo lo que tienes dentro, disfrazando tus problemas, dado importancia a otros que tal vez no los tienen.

Hoy por hoy no le olvido, fue lo peor que me podía pasar pero eso me ha hecho aprender muchas cosas en la vida, a valorar muchas más, a querer a la gente que tengo a mi lado de una forma incondicional, a vivir el día a día, a saber decir te quiero y no ser nada orgullosa y también eso me ha hecho ser una perfecta dramaqueen capaz de reírse de sus propios dramas!

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